15-10-10, Sala Durango
Excelente velada para los amantes del rock y los sonidos afroamericanos la que pudimos disfrutar el pasado viernes en la sala Durango con la llegada por primera vez a Valencia de Mike Farris, para escenificar lo que habíamos escuchado en su reciente disco en directo "Shout! Live".
Como aperitivo salieron a escena The Go-Freaks, banda de la ciudad que desprende negritud por todos sus poros. Liderados por un histriónico cantante, una especie de Gurruchaga del Soul, y con una sólida base rítmica consiguieron hacer bailar al respetable a base de pildorazos
de rhytm and blues, soul y funk. Temas propios como "Caníbal" y varias versiones en una actuación dedicada al recientemente fallecido Solomon Burke, sirvieron de buen calentamiento para el plato fuerte de la noche.
Sobre las 12 de la noche apareció sobre el escenario el ex cantante de los Screamin Cheetah Wheelies acompañado de una Roseland Rhytm Revue un tanto reducida en cuanto al disco por la ausencia de la sección de viento.
Ataviado con sombrero negro, gafas de sol y una chaqueta de piel marrón, que ocultaba una significativa camiseta con el escudo de la Motown y acompañado por su guitarra, atacó los primeros acordes de "Good News" y aparecimos por arte de magia en el Delta del Mississipi.
Porque este "soulman" blanco de prodigiosa y desgarradora voz, nos llevó con su música por un auténtico tour guiado por el imaginario musical del Sur más profundo de los EEUU.
Contemplamos a las Big Bands de New Orleans en "Oh Mary d'ont you weep" o "Streets Of Galilee", cantamos espirituales en la Iglesia Evangelista con " Sit Down Servant", navegamos por los pantanos de Louisiana con "Will The Circle Be Unbroken, estuvimos con los Rolling Stones en un medley de "Precious Lord Take my hands con "Jumpin' Jack Flash" y acabamos bailando soul en la calle con "Can't no grave hold my body down" y "Selah! Selah!".
Todo ello en una visita de casi dos horas de duración (quizá debiera haber reducido el final de algunos temas) en la que destacaron el perfecto sonido, el virtuosismo de los veteranos músicos de la banda y las poderosas voces de las McCrary Sisters, siendo para un servidor el momento más impresionante de la noche el sólo de pandereta que se marcó una de ellas, algo no vivido por este cronista en su larga trayectoria de conciertos.
Dan Defensor
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