Viernes a la noche, y primera toma de cervezas en mi casa para salir escopetados, Farxavi por un lado y Davis y yo por otro, con valiosas cervezas en el morral para luego, quedando en reunirnos en la Sala El Loco.
Lo malo de la sala El Loco, es que tampoco hay mucho por alrededor donde desbarrar luego del concierto, y acabamos luego en un pub semivacío, de los que han cambiado tantas veces de nombre que ya no sabes como llamarlo (¿se llama ahora Magazine? ¿Y antes cómo era?) (Los tubos de cerveza estaban a un precio razonable, no es descabellado apuntarlo en la agenda), en medio de un cerco de obras que lo esconde, junto a Casa Dayana (Relax).
Pero ese fue el final de la noche. Al principio, fue el verbo, dice el génesis. Acudimos de la mano de Xavi, y con pocas escuchas y menos referencias, para ver a You not Me en un programa doble en el que se presumía, y subrayen la palabra, que el plato fuerte de la noche era Maronda. Unos chicos con tablas estos Maronda, pero que merecen capítulo aparte, y no para bien. Llamemos a ese capítulo epitafio, y dejemos las crónicas de sus supuestas excelencias para cronistas más entusiastas de momento.
Preguntaban el amigo Riva y sus colegas, presentes en la velada, por una comparación posible, y tal vez por desinformación les dijimos que tal vez los primeros Foo Fighters. La verdad es que los de Grohl, aunque no sean los tíos más duros del mundo, eran un poco más macarras, y si acaso es cuando se acercan a un power pop más melódico como en el single ya añejo Learn to fly que hay cierta semejanza. A mi me recordaron estos chicos de You not me a Weezer o a los primeros Nada Surf, cuando tenían las guitarras para algo y no para hacer bonito. Cuando eran buenos, vamos. Pero conforme se fueron sintiendo más a gusto, y se gustaron más a si mismos, cómodos a pesar de ser un grupo muy nuevo y con pocos conciertos, sin duda se me vino a la mente Dinosaur Jr.
A mi, me transmitieron algo muy importante: se divierten. Sonaron bien, a pesar de las continuas quejas porque el cantante no oía su guitarra. Diablos, sonaron condenadamente bien y ya sabeis que yo no me muerdo la lengua y si tengo que linchar a alguien (ejem, Maronda, ejem) lo hago gustoso con toda la crueldad posible (es por su propio bien. A veces).
Por ponerle un pero, al cantante, que tiene una buena voz, y un registro muy adecuado al género, se le notaba tímido, y poco suelto ante la audiencia. Mientras la carismática presencia del bajista, que disfrutó como un enano, y los movimientos del guitarra, formaban parte del a, b, c de la escenografía rock, consiguiendo conectar con la audiencia, las distraídas miradas al techo del vocalista ("no mires a los ojos de la gente" decían Golpes Bajos) eran más propias de la época shoegaze (con esos monstruosos frontmans que se miraban los zapatos y que dieron nombre al género). No es un problema demasiado grande, ya que se soluciona con tiempo, una caña (o dos) y muchos conciertos. Lo importante lo tienen: Las canciones.
Con canciones tan conseguidas y pegadizas como Youthless (mi preferida. Xavi, ya tardas en pasarte la maqueta) o Love song (creo que la preferida de Xavi) a esta gente le espera un futuro prometedor, y ya cuenta con un público cómplice que espera paciente su próximo paso (incluído yo, y no soy un apasionado del género).
Aquí les podeis escuchar...
P.D. Hacer sangre de Maronda no tiene ni siquiera gracia. Les dimos la chance a pesar de que desde el principio nos sonaron correctos, pero tremendamente afectados, impostados. Un Cooper meets Golpes Bajos, un Deluxe vs. Suede (con la alargada sombra de La habitación roja que para bien o para mal aparece de referente estando Marc en ambas bandas). No gustaron ni sus rimas, ni sus temas, ni los falsetes del cantante, y como no me gusta destrozar a una banda nueva, destacaré su impecable puesta en escena, sus tablas, su sonido. Xavi quiso titular su crónica "el pez chico se come al grande", aunque me parece a mi que no hay que presumir un pez grande a priori. Lo cierto es que aguantamos un buen rato, y al final nos vimos expulsados a la noche antes de tiempo. Casa Dayana y el pub semivacío esperaban.
Lo malo de la sala El Loco, es que tampoco hay mucho por alrededor donde desbarrar luego del concierto, y acabamos luego en un pub semivacío, de los que han cambiado tantas veces de nombre que ya no sabes como llamarlo (¿se llama ahora Magazine? ¿Y antes cómo era?) (Los tubos de cerveza estaban a un precio razonable, no es descabellado apuntarlo en la agenda), en medio de un cerco de obras que lo esconde, junto a Casa Dayana (Relax).
Pero ese fue el final de la noche. Al principio, fue el verbo, dice el génesis. Acudimos de la mano de Xavi, y con pocas escuchas y menos referencias, para ver a You not Me en un programa doble en el que se presumía, y subrayen la palabra, que el plato fuerte de la noche era Maronda. Unos chicos con tablas estos Maronda, pero que merecen capítulo aparte, y no para bien. Llamemos a ese capítulo epitafio, y dejemos las crónicas de sus supuestas excelencias para cronistas más entusiastas de momento.
Preguntaban el amigo Riva y sus colegas, presentes en la velada, por una comparación posible, y tal vez por desinformación les dijimos que tal vez los primeros Foo Fighters. La verdad es que los de Grohl, aunque no sean los tíos más duros del mundo, eran un poco más macarras, y si acaso es cuando se acercan a un power pop más melódico como en el single ya añejo Learn to fly que hay cierta semejanza. A mi me recordaron estos chicos de You not me a Weezer o a los primeros Nada Surf, cuando tenían las guitarras para algo y no para hacer bonito. Cuando eran buenos, vamos. Pero conforme se fueron sintiendo más a gusto, y se gustaron más a si mismos, cómodos a pesar de ser un grupo muy nuevo y con pocos conciertos, sin duda se me vino a la mente Dinosaur Jr.
A mi, me transmitieron algo muy importante: se divierten. Sonaron bien, a pesar de las continuas quejas porque el cantante no oía su guitarra. Diablos, sonaron condenadamente bien y ya sabeis que yo no me muerdo la lengua y si tengo que linchar a alguien (ejem, Maronda, ejem) lo hago gustoso con toda la crueldad posible (es por su propio bien. A veces).
Por ponerle un pero, al cantante, que tiene una buena voz, y un registro muy adecuado al género, se le notaba tímido, y poco suelto ante la audiencia. Mientras la carismática presencia del bajista, que disfrutó como un enano, y los movimientos del guitarra, formaban parte del a, b, c de la escenografía rock, consiguiendo conectar con la audiencia, las distraídas miradas al techo del vocalista ("no mires a los ojos de la gente" decían Golpes Bajos) eran más propias de la época shoegaze (con esos monstruosos frontmans que se miraban los zapatos y que dieron nombre al género). No es un problema demasiado grande, ya que se soluciona con tiempo, una caña (o dos) y muchos conciertos. Lo importante lo tienen: Las canciones.
Con canciones tan conseguidas y pegadizas como Youthless (mi preferida. Xavi, ya tardas en pasarte la maqueta) o Love song (creo que la preferida de Xavi) a esta gente le espera un futuro prometedor, y ya cuenta con un público cómplice que espera paciente su próximo paso (incluído yo, y no soy un apasionado del género).
Aquí les podeis escuchar...
P.D. Hacer sangre de Maronda no tiene ni siquiera gracia. Les dimos la chance a pesar de que desde el principio nos sonaron correctos, pero tremendamente afectados, impostados. Un Cooper meets Golpes Bajos, un Deluxe vs. Suede (con la alargada sombra de La habitación roja que para bien o para mal aparece de referente estando Marc en ambas bandas). No gustaron ni sus rimas, ni sus temas, ni los falsetes del cantante, y como no me gusta destrozar a una banda nueva, destacaré su impecable puesta en escena, sus tablas, su sonido. Xavi quiso titular su crónica "el pez chico se come al grande", aunque me parece a mi que no hay que presumir un pez grande a priori. Lo cierto es que aguantamos un buen rato, y al final nos vimos expulsados a la noche antes de tiempo. Casa Dayana y el pub semivacío esperaban.
3 comentarios:
hola, yo tb me he hecho fan de You not me, los he visto un par de veces y cada vez me gustán más. Por cierto, si hubieses aguantado hasta después de Maronda, te habrías dado cuenta de que ya no hace falta salir disparado del Loco después de un concierto. Buena música acorde con el concierto,sonaron entre Teenage Fanclub, M Sweet, Dinosaur Jr... y muchas cosas más (buenas). Y la cerveza a un precio razonable (2 € un doble y 4 una pinta).
Sí, has acertado, soy uno de los nuevos "gestores" del Loco Club. Saludos.
Alguna vez me he quedado y en efecto, no está nada mal...
Sencillamente no pudimos aguantar más la "genialidad" de maronda.
Gracias por tu comentario.
Si vuelven los 90 para quedarse igual acertais, jugarsela a pitonisos es una cosa muy jodida.
Pensar siempre que lo importante son las canciones.
Suerte!
P.D. - No sabias del Magazine?
Salis poco...repito...desde los 90
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